lunes, 23 de agosto de 2010

DOS POETAS DE ANTAÑO











CANDOR



Alma simple

Desnuda en el regazo

De la selva virgen,

Aún no agita el encanto

De la pasión traidora

Su angélica dulzura,

Cándidamente hermosa

En el caro de luna



PIEDAD


Con la diestra tendida

En vuelo de paloma,

Diafanamente aliña

Céfiros y corolas,

Por la orfandad del peregrino;

La diestra acariciante

Nimba de amor la pena del olvido

Con cinco gemas coscurantes.

(Eliseo Fringes)


Del libro LUMINARIAS (Ed. Imprenta Amoroso, 5 de noviembre de 1948)




SONETO

Porque mi corazón amó las cosas

Con el íntimo afán de lo sincero,

Y supo adivinar las misteriosas

Armonías que fluyen el sendero;



Y porque fue rimando los colores

Con la visión azul del firmamento,

Y tuvo para todos los rumores

Ese oído sutil del sentimiento:



Y porque aún anhela ser sencillo,

Ama la noche cual el manso grillo

Con notas de cristal en lira trunca;



Más, el lento alejarse de los años,

Le ha traído los hondos desengaños

De saber que no puedo llegar nunca

(Vicente Porfirio)

(De su libro “LA HUMILDE CANCIÓN” Casa Editora Talleres Gráficos Labor, Frías, s/f.)

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